El sector de la jardinería y de la agricultura está viviendo unos años de intensos cambios, debido entre otros motivos a la concienciación ecológica que cada vez comparten una mayor parte de la población. Como resultado de esta innovación en el sector, surgen diversos sistemas que tratatan no solo de ser ecológicos y de ahorrar agua, sino también de facilitar las tareas diarias de quienes lo tienen. Unos de estos productos novedosos son las macetas de autorriego, que no son otra cosa que unos sistemas de autorriego que permiten desvincularse del cuidado diario de las plantas. Pero, ¿sabes cómo funcionan estas macetas de autorriego? Si aún no lo sabes, continúa leyendo y te mostraremos como sacarle el máximo partido.
¿Qué son las macetas de autorriego?
Antes de entrar en materia, aunque ya os hemos comentado algo sobre estos productos, conviene conocer qué es exactamente una maceta de autorriego. Estas macetas, se componen por un recipiente con un sistema de reserva de agua en su interior que funcionan mediante un depósito de agua, conectados a unos tubos que realizan la función de absorción para proporcionar el agua a las plantas.
Cómo funcionan las macetas de autorriego
El modelo de empleo de las macetas de autorriego es muy sencillo y que cualquiera puede llegar a utilizar en su casa. Para un correcto funcionamiento, tan solo tendrás que rellenar los tubos de absorción con el sustrato deseado, dejando siempre un espacio para las raíces, y seguidamente introducir la planta y rellenar el depósito de agua, sin sobrepasar el tope que marca el recipiente. Con este sistema, conseguirás tener agua suficiente para la planta para varias semanas o incluso un mes, sin la preocupación de tener que esta regándolas constantemente.
En la parte superior de las macetas, suele venir acoplado una o dos mechas de absorción, cuya función es la de mantener hidratada la planta de forma continua, De igual forma, estas prácticas macetas de autorriego tienen en su parte superior un marcador donde poder comprobar el nivel de agua en cada momento para evitar que se seque la planta, pudiendo así rellenarlo cuando fuese necesario.
Este nuevo sistema ha sido creado con el fin de dejar a un lado las regaderas y mangueras, con las que además se desperdicia gran cantidad de agua.
¿Qué maceta autorriego elegir?
En función del uso que se le vaya a dar o del tipo de planta, existen diferentes macetas en el mercado por las que podrás decidirte, pero para ello, primero has de tener en cuenta:
- Tamaño de la planta: Si has comprado una planta que en su madurez será alta, lo más lógico es que adquieras una maceta grande para permitir que las raíces puedan crecer con soltura y ni impidan el correcto crecimiento de la planta.
- Material: Las hay de plástico, madera, barro… pero sin duda tienes que pensar cuáles serán las mas adecuadas según el terreno donde lo vas a ubicar, si existirá riesgo de rotura o incluso será diferente si la maceta está ubicada en exterior o en interior.
- Ubicación: Si vas a ubicar la maceta en el jardín, lo ideal sería que compres un modelo que tenga agujeros para un mejor drenamiento en caso de fuertes lluvias. Si no lo haces, es muy probable que la planta se ahogue y no consiga sobrevivir. En cambio para interior, no es necesario que tenga estos orificios.
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¿Qué tipos de plantas puedo utilizar?
Si estás muy preocupado por el tipo de planta más adecuada para las macetas de autorriego, no te preocupes, ya que casi cualquier tipo de planta de decoración funcionan correctamente con este tipo de sistema. Obviamente, no podrás utilizar plantas como cactus, ya que lo más porbable es que en unos pocos días el cactus se ahogue por el exceso de agua que no es típico para esta planta. Las plantas más adecuadas son aquellas que necesitan de un riego frecuente.
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